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Características principales

Idioma
Español
Formato
Físico
Editorial
Editorial Universitaria de Valparaíso

Descripción

Neruda en Valparaíso
Sara Vial
Ediciones Universitarias de Valparaíso
cuarta re-edición 1993
Valparaíso


En este libro, la poetisa y cronista Sara Vial nos revela la larga y profunda relación de Pablo Neruda con Valparaíso, a lo largo de más de cincuenta años. En esta ciudad, el vate publica sus primeros versos -en la revista Siembra-, desde ella se embarca a India en la década de 1920, en el puerto encuentra su mejor escondite en los años de proscripción y aquí inventa su Sebastiana.

Este volumen es un homenaje al maestro, al amigo, al consejero, un libro que desborda imágenes, un reportaje lírico al Neruda itinerante por la ciudad o al poeta cobijado en La Sebastiana, rodeado de amigos y recuerdos. Un anecdotario poético, escrito en prosa fresca y primaveral, que constituye el más completo testimonio de la relación del ganador del Premio Nobel con Valparaíso.

"Siento el cansancio de Santiago. Quiero hallar en Valparaíso una casita para vivir y escribir tranquilo. Tiene que poseer algunas condiciones. No puede estar ni muy arriba ni muy abajo. Debe ser solitaria, pero no en exceso. Vecinos, ojalá invisibles. No deben verse ni escucharse. Original, pero no incómoda. Muy alada, pero firme. Ni muy grande ni muy chica. Lejos de todo pero cerca de la movilización. Independiente, pero con comercio cerca. Además tiene que ser muy barata. ¿Crees que podré encontrar una casa así en Valparaíso? " (Neruda)

La casa existía efectivamente. Había sido ideada y comenzada a construir por Sebastián Collado Mauri, un español avecindado en Valparaíso, que había nacido en Tamarit de Litera en 1879, y fallecido en Valparaíso en 1949, antes de concluir la edificación de la casa. Aquella casa inconclusa permaneció durante 10 años sin que nadie se interesara en terminarla. Neruda bautizó la casa con el nombre de La Sebastiana, justamente en homenaje y recuerdo de Sebastián Collado. Este español construyó varias casas y edificios en las inmediaciones de La Sebastiana y fue propietario de una fábrica de baldosas, según cuenta la periodista y poeta Sara Vial, quien fue la que descubrió el lugar y llevó a Neruda para que viera la construcción inconclusa. Cuenta Sara Vial:

"Al morir don Sebastián, los descendientes la heredaron desconcertados. Nadie quería llenar de pájaros el tercer piso. Las escaleras eran excesivas. Le faltaban cañerías, puertas, desagües, tablas en el piso. Al resolverse a venderla, el desconcierto fue mayor. Las familias con niños se paraban en seco al pie de los peldaños. ¡Qué casa tan disparatada, peligrosa, extravagante! Y allí se fue quedando a solas, cada vez más oscura, a través de los años, habitada por murciélagos, empapada por la lluvia y la niebla. Sin nombre ni destino."